martes, 13 de abril de 2010

Código de Ordenamiento Urbano: Consideraciones en torno al Proyecto de Ordenanza

Por Arq. Roberto Ciafardo

La ciudad es un hecho complejo. Su gestión requiere de procesos que impliquen aspectos físicos y funcionales de características dinámica, consecuentemente las decisiones políticas que se tomen respecto a ella deben adecuarse a esta situación.
Las reflexiones que siguen en torno al proyecto de ordenanza presentado por el Departamento Ejecutivo comunal son de carácter general. Esto se debe no solo a que un estudio pormenorizado excedería los términos de este documento, sino también por la falta de información suministrada no solo a nivel público sino en la documentación que obra en la Comisión de Planeamiento del H. Concejo Deliberante. Nos referimos concretamente a la imposibilidad de contar con estudios de diagnósticos y la documentación gráfica necesaria para una adecuada lectura de la norma.
I
Es importante señalar que un proyecto de ordenanza como el que nos ocupa debe surgir de una adecuación de la normativa vigente. Si la ciudad es un proceso continuo, su regulación debe obedecer a esta característica.
Conocer los antecedentes históricos nos permitirá advertir la falta de continuidad señalada.
• Década del 60 - Plan Urbis: Si bien a la luz de los conocimientos actuales hoy parece una norma opinable es importante resaltar su voluntad de entender a la ciudad como un sistema complejo y la necesidad de entenderla como parte integrante de una región con la cual debía interactuar.
• Año 1977 – Decreto Ley 8912 Ley de Uso del Suelo: En ella es destacable entre otras cosas, que normaba la obligatoriedad de dotar de servicios básicos la fracción de tierra a lotear.
• Año 1978 - Ordenanza 4495: Surge del DL 8912 que obliga a las municipalidades a adecuar sus ordenanzas a lo establecido por él. En ella se retomaban conceptos del Plan Urbis, pero la celeridad con que fue elaborada requirió de revisiones permanentes.
• Años 1983 - 2000: Con el advenimiento de la democracia se intentó la revisión de las normas de ordenamiento urbano. A partir del nuevo espíritu participativo y de las distintas relaciones numéricas del Concejo Deliberantes se vio demorada esta voluntad hasta la sanción de la Ordenanza 9231.
• Año 2000 – Ordenanza 9231: Esta ordenanza y sus modificatorias es la que actualmente se encuentra en vigencia.
II
Creemos que la actual ordenanza debe ser revisada en muchos aspectos. Pero esta instancia debe ser la oportunidad para todos los platenses de discutir la ciudad donde quieren vivir. A partir de este debate se debe llegar a un modelo de ciudad concensuado por todos los sectores. No somos ingenuos y sabemos que encontraremos intereses contrapuestos, pero solo a partir de la discusión democrática podremos construir un modelo urbano que, con las adecuaciones temporales necesarias, se prolongue en el tiempo.
El proceso debe partir de la elaboración de un Diagnóstico de la situación actual para dar paso a un Plan Estratégico.
Este Plan debe enmarcarse en una propuesta de desarrollo social y económico. Debe definir claramente el rol actual y futuro de la ciudad respecto a la región y sus potencialidades a partir de su “condición de capitalidad”, y sus perspectivas de integración a la red nacional y del Mercosur.
Es importante señalar el rol primordial del Estado en la elaboración de este Plan. Es el Municipio, el que desde lo político, cree las condiciones necesarias para el consenso en el marco de un proceso participativo que garantice su continuidad en el tiempo.
III
A partir de la información incompleta con la que se cuenta para una correcta evaluación del proyecto, es posible hacer algunas consideraciones generales sobre el mismo.
a. Como hemos dicho más arriba no existe una idea clara de ciudad que debería expresarse en un Plan Estratégico para el partido de La Plata.
En este punto la responsabilidad de la actual gestión municipal es primordial ya que es el Estado quien debe conducir el proceso de gestación de este Plan garantizando su carácter participativo y democrático.
b. La ciudad de La Plata es actualmente una ciudad disfuncional. Sus espacios públicos no están organizados y se ven diariamente ocupados por privados que hacen de él un uso indebido y cada vez más abusivo. El sistema de movimientos está colapsado, a la congestión constante del tránsito vehicular se suma la deficiencia del sistema de transporte. La red de infraestructuras aparece obsoleta e insuficiente.
Sin embargo, no se cuenta con un diagnóstico de esta situación. No existe, o al menos no se ha hecho público, un solo documento que a ciencia cierta presente datos fehacientes.
No solo es claro que no es posible encontrar soluciones a problemas que sabemos desde lo cotidiano que existen pero que no los conocemos en su verdadera magnitud sino que existe una equivocación desde lo conceptual. No puede suponerse que la realidad descripta más arriba pueda ser abordada y solucionada solamente desde la aplicación de una norma como la del proyecto de ordenanza presentado. Es imposible dar respuesta a esta problemática desde una norma que plantea el ordenamiento del territorio y el uso del suelo exclusivamente desde lo físico, sin un plan de inversiones públicas y de atracción de capitales privados, en un correlato con la propuesta de estructura urbana.
c. En el mundo de hoy, determinado por el fenómeno de la globalización, las ciudades no están aislados ni son autosuficientes. Los territorios conviven. Compitiendo entre sí y paralelamente complementándose para adquirir competitividad en una escala superior.
Ante esta realidad el proyecto presentado conceptualiza la ciudad de La Plata, aislada de su entorno regional y nacional.
Es imprescindible pensar a la ciudad dentro de la Región del Gran la Plata (La Plata, Berisso y Ensenada), y a esta dentro del Area Metropolitana y el complejo nacional.
Por otra parte no se debe perder de vista la condición de capitalidad que presenta nuestra ciudad.
Solo de esta manera podremos aumentar nuestras potencialidades y disminuir nuestras debilidades, en el marco de una tarea de cooperación conjunta y de alianzas estratégicas entre distintos territorios.
d. Los procesos antes descriptos, hay que admitirlo, son de difícil construcción, pero es la única forma que los territorios son capaces de sobrevivir y desarrollarse. Este es el desafío e innumerables ejemplos en el mundo demuestran que es posible.
Sin embargo se debe tener en cuenta que esta construcción no debe ajustarse ni a los intereses de una gestión ni a los tiempos electorales. Se debe ser capaz de avanzar en el tiempo consensuando “políticas de estado”, presupuestos básicos inamovibles sobre los que deben descansar y adecuarse las políticas sectoriales. Para todo esto es imprescindible una política verdaderamente participativa y democrática que sea capaz de articular los distintos intereses que entrarán en conflicto. Se debe tener en cuenta, en cada momento y ante cada decisión, que la ciudad es un hecho colectivo y que el acceso a ella por parte de todos los sectores debe ser un presupuesto irrenunciable.
e. Sin ánimo de hacer de hacer una lectura detallada de todo su articulado, es importante señalar entre otras cuestiones las que siguen:
1. Espacio Público: No existe un plan para el manejo del espacio público. A manera de ejemplo se puede señalar que en el artículo 78º del Glosario se plantea la posibilidad de intervenir en el Paseo del Bosque sin que exista una política general (Expresada en un plan) para estos espacios
2. Subdivisión del suelo: Si bien estamos en un todo de acuerdo con el derecho irrenunciable de todos respecto al acceso a la tierra, es importante señalar que esta inquietud se ha prestado a lo largo de la historia para manejos poco claros por parte de emprendedores que engañaban vilmente a la gente. El Estado debe ser garante de que esto no suceda, para lo cual es necesario establecer claramente los lugares, condiciones y características de los lotes que en el presente proyecto se denomina “lote social” En cuanto a las áreas rurales y complementarias se permiten subdivisiones menores a lo establecido en la 8912, lo que hace preveer un avance de la ciudad sobre áreas productivas. Esto es preocupante, máxime si se da sin estudios previos y sin saber claramente cual es la consecuencia económica y social.
Caso parecido es a lo referente a los countries, cuya localización exacta y áreas propuestas se desconocen.
Todo este panorama se ve agravado cuando dentro del articulado de la Ordenanza propuesta se establece la potestad del Departamento Ejecutivo para resolver casos no establecidos en la norma.
3. Trazado y circulaciones: Aunque en el proyecto se estudia y propone una futura prolongación de la traza un tratamiento muy general. Debería hacerse un estudio pormenorizado de las tendencias de crecimiento y desarrollo con la finalidad de establecer una red de distintas jerarquías de acuerdo a la funcionalidad buscada.
Paralelamente no se encuentra en el proyecto ningún criterio claro respecto al transporte, público y privado, tanto de personas como de carga.

4. Densidad: Se advierte en el proyecto una política de aumento de los parámetros de densidad en todo el partido. Sin embargo no existe un correlativo aumento de la infraestructura. No existe indicación alguna de cual será el plan de inversiones públicas y cual la de las empresas concesionadas.
IV
A modo de resumen y como reflexión final es importante señalar que el presente proyecto no surge de los estudios efectuados sobre el Código vigente, que prevé mecanismos de revisión permanente. (COUT, COINCO etc.) El ejecutivo municipal eligió crear un “Instituto para la reforma de la ordenanza” Con esta maniobra se esquivaron las voces críticas al proyecto. El instituto funcionó en un domicilio particular donde se participaba por invitación.
Cabe entonces hacerse algunas preguntas
¿Si la ciudad es un bien colectivo, es admisible que su destino se discuta en un ámbito privado?
¿Esta gestión municipal, que se jacta de promover el presupuesto participativo le cierra la puerta a los vecinos cuando se trata de discutir la ciudad que les pertenece?
¿Se puede hablar de una intensión transparentemente democrática cuando luego de más de un año reuniones en las comisiones del Concejo Deliberante aún se esconde la documentación necesaria para la interpretación de la norma?
Creemos que el actual Código de Ordenamiento Urbano es perfectible. No nos oponemos a su revisión. Solo advertimos que esta no es la forma deseable. Nos gustaría participar de un debate sincero sobre el destino de nuestra ciudad. Creemos que estamos a tiempo. El gobierno municipal debe advertir que no puede tomar decisiones arbitrarias, no solo porque no hallarán buen destino, sino porque no corresponden al espíritu democrático que debe guiarlo. Los actores sociales, y múltiples sectores que en interactúan en la ciudad tienen el derecho inalienable de hacer oír su voz en este tema.
Se debe alentar una discusión madura sobre, nada más y nada menos, que el destino que tendrá el lugar que hemos elegido para vivir.

La Plata, Abril 2010

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